Querer ser como ese personaje que se queda en pausa cuando quien lo relata detiene los dedos, y no siente frío durante el abandono. La constante espera de que el escritor retome su historia, lo haga amar, gritar, fumar bajo la lluvia, conocer una linda señorita, disfrutar en un magnífico orgasmo y buscar el amor, que nunca es amor.
Escribir es lo único que lo salvará de la locura. La terapia, los amigos, las pastillas y las borracheras cotidianas, no pueden detener ese huracán de pensamientos que están al acecho del primer momento de silencio que encuentren para atacar. Escribir, si se lo utiliza bien, podría ser la única puerta de salida, en medio de tanta oscuridad.
Sabe que no la encontrará, sabe que entre la esperanza y la resignación, a veces lo único que queda es ser honesto y darse por vencido. Está agotado de lágrimas ajenas, de ojos enrojecidos, de reproches acumulados sobre la mesa de entrada, al final del pasillo. Está cansado de fingir que no es real, tal como los personajes en los cuentos que escribe, y así duele menos la imposibilidad de encontrarla. Y la extraña a ella, como si la hubiera tenido toda la vida.
1 comentario:
La Ficción es y será la única realidad.
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