No es tristeza, es domingo. Tenia claro que no debía hacer planes a futuro, pero cuando mis dedos se ensortijaban en sus cabellos, era imposible no imaginar un futuro a su lado.
Estoy seguro que era honesta todas las veces que dijo quererme, y lo fue aún más cuando empezó a callarlo. Esas cosas no se dan así nomás, muchas veces nos dejan con la incógnita, lo cierto es que son bastante claras, aunque no vemos las señales.
Al final, cuando ya todo hubo terminado, esperé un tiempo prudencial para que no se confunda con arrebatos nerviosos, y después me atreví a pedirle que se quede. Su respuesta, tajante: "imposible, me pides disculpas, sin mostrarme ni una sola cicatriz".
Y entonces partió, desenredándose de entre mis dedos, y las sábanas empezaron a sentirse frías. Lo peor que tiene la vida, es que todo se supera, y eso a veces me hace pensar, que en realidad nada es tan importante.
Estoy seguro que era honesta todas las veces que dijo quererme, y lo fue aún más cuando empezó a callarlo. Esas cosas no se dan así nomás, muchas veces nos dejan con la incógnita, lo cierto es que son bastante claras, aunque no vemos las señales.
Al final, cuando ya todo hubo terminado, esperé un tiempo prudencial para que no se confunda con arrebatos nerviosos, y después me atreví a pedirle que se quede. Su respuesta, tajante: "imposible, me pides disculpas, sin mostrarme ni una sola cicatriz".
Y entonces partió, desenredándose de entre mis dedos, y las sábanas empezaron a sentirse frías. Lo peor que tiene la vida, es que todo se supera, y eso a veces me hace pensar, que en realidad nada es tan importante.