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domingo, mayo 30, 2010

bla, bla, bla

La operación es lo de siempre, sumar todo, restar lo inevitable, dividir para dos, asustarse, tragar un poco de saliva y confiar que todo estará bien. What the hell am I doing? no estoy completamente segura pero aún así he decidido no tener salvavidas a mano. Una parte de mi sabe que las cosas siempre mejoran, que todo está bien y que en caso extremo, se encontrará la manera de superar las dificultades. Otra parte de mi, no tan optimista, solo lo hace por el atrevimiento de arriesgarse en serio sin dejar que mi complejo de autosabotaje tome el control.

Yo solita voy tirando de la piola que puede terminar aprisionándome, camino sin que nadie me empuje a lo que más temo. Hay días que no encuentro mi verdadero motivacional, but I wanna keep trying, que el paso ésta vez sea cierto, al final, esta etapa se estaba cerrando.
Es domingo medio día, me acosté el viernes a la media noche y desde ahí no me he levantado, si la matemática no me falla eso significa 36 horas en cama, que se convertirán en 56 porque mañana tengo que levantarme al trabajo.
Si no tengo una razón para levantarme, algún plan que cumplir, me quedo todo el día en pijama bajo cobijas, no estoy muy segura si eso sea normal, pero en realidad no hay nada más que podría hacer. Mamá se levanta todos los días, pero eso es porque ella siempre encuentra algo que limpiar o hacer, la gente que vive sola, que no tiene un estímulo, se levanta para algo más que ir al baño?

Ah, pero para este jueves si tengo plan, algo que si todo sale bien, me tiene muy emocionada, a la una tengo cita, espero que me vaya bacansísimo. de ser así a la noche lo postearé con foto y todo. A 12 días.

miércoles, mayo 26, 2010

Inicio y fin

Me encantan los finales. Me gusta la ceremonia de despedida. Ese nudo de nostalgia que se aprisiona en la garganta. Mi ritual de despedirme de cada lugar que he pisado, repetir las últimas veces, hacer plena conciencia del adiós.
Me gustan los finales y mucho más cuando marcan un inicio.
Tiempo de cambio, de renovación, de lanzarse, atreverse, dar el salto y caer sintiendo el vértigo en el estómago. Y si las cosas salen mal, no amargarse demasiado.
Este es un final-inicio, estoy ansiosa de que llegue el 10 de junio para arrancar.

lunes, mayo 24, 2010

doble stándard

Creo que reconocer mis defectos no me hace mejor persona, pero normalmente tengo esos momentos de iluminación en los que me doy clara cuenta de que tengo comportamientos completamente errados. Eso no quiere decir que ponga empeño en mejorarlos, eh.
Hoy pensaba en esa casi hipocresía con la que suelo juzgar a mi hermano.

Yo he tenido épocas de salir a farrear todos los días o al menos 3 en la semana, semanas en las que no salir en miércoles era casi sacrilegio. Y, como soy una persona que gusta de beber, llegar con resaca al trabajo. (encima sintiéndome responsable, por ir y no faltar)

Ahora no lo hago, un poco porque me estoy poniendo vieja, un poco porque cuando lo hago al día siguiente muero y otro poco porque cuando tienes mejores cosas que hacer en casa ya no llama tanto la atención irse de juerga.
Bueno, el punto es que lo he hecho y no me he sentido moralmente mal al respecto.

Ahora, usualmente leo a mi hermano vanagloriándose de sus resacas en el trabajo, de la fiesta hasta la madrugada y de lo somnoliento que está en su trabajo, y tengo el descaro de enojarme. Lo juzgo. Me parece irresponsable.
Y quien soy yo para hablar de irresponsabilidad?
No soy completamente mala persona, cumplo con mis deberes y obligaciones y trato de no ser un peso para mi familia. El resto de cosas, me equivoco una tras otra, y atribuyo mis fracasos al aprendizaje.

La crítica al critico que no recibe críticas es lo mismo de lo que estoy hablando. una especie de hipocresía, no?
He decidido dejar de molestar a mi hermano con sus hazañas. Pensar que es una época. Dejar de ver la paja ajena.
Pero bueno, no siempre se puede.

Como siempre este post, no pretende nada, pero siendo mi blog, me tomo la libertad del desahogo.

domingo, mayo 23, 2010

Aguante Cerati

Me quedé sin palabras cuando supe lo de Cerati, me quedé triste y aunque quise escribir de ello me pareció absurdo, porque he visto en otras ocasiones gente conocida ponerse mal por la enfermedad o muerte de una estrella famosa y me ha parecido sin sentido porque vamos, ese famoso ni siquiera se entera de tu o mi existencia.

Uno se puede sentir nostálgico porque no habrán nuevas canciones o películas o libros de ese famoso que enferma o fallece, pero sentir tristeza real, como la que se siente ante la enfermedad de un familiar, es incomprensible.

Y sin embargo estuve muy apenada, estuve atenta a los partes médicos oficiales, e hice fuerzas para que Gustavo mejorase. La justificación es simple, su música antes y ahora es importante para mi, me gusta y me llega de cierta manera que quien no siente algo parecido no lo puede entender.

Ahora, mi punto no es que es lo que yo, o miles de fans podemos sentir por la enfermedad de Cerati, sino que sentirá él por la preocupación y apoyo de los cientos de miles de personas que hemos estado pendientes. los comentarios de todos sus vídeos en youtube han incrementado dramáticamente, frases de apoyo, se han creado hashtags en twitter, grupos en facebook, y mensajes por doquier.

Aunque él no los vaya a leer todos, en perspectiva, se dará cuenta de como este evento ha movido masas y emociones. Como su vida es tan importante para tantos. Qué siente una estrella al despertar del coma y ver que ha conmocionado a sus miles de admiradores, una cosa es tener fama otra cosa es ser tan querido por tantos. Un súper hombre.

reemplazable

Últimamente me he dado cuenta como su familia y amigos me han eliminado de las redes sociales que nos unían. Me molesta no por el hecho de ser eliminada, sino porque en un algún rincón de mi amor propio desearía haberme podido desvincular antes y no sentir como que fuera reemplazable para ellos.

En un arranque de ira, quisiera yo tener la fuerza de borrar a aquellos amigos que pense que teníamos. Al final me doy cuenta que yo nunca fui buena para hacer amistades, que no eran mios, que yo era un adjunto en su grupo y así como entré, salí, sin dejar huella ni pena.

Debería haberme podido desvincular antes y que no me afecte ver todos esos perfiles cerrados para mi. Esa es la manera en que las cosas tienen que hacerse, esa es la forma en la que funcionan, tengo con conformarme con que un momento por casualidad alguien me cuente que ese día él y yo pusimos exactamente la misma frase en msn y a mi me parezca una fantástica coincidencia porque no habría manera de saberlo, y aunque sea exactamente la misma frase que estábamos pensando, no tiene importancia alguna.

lunes, mayo 17, 2010

La locura viene de los cuentos

"La locura viene de los cuentos de hadas", se escribió en las paredes de Alemania en la década de los setenta, toda vez que se acusaba a los cuentos - de los hermanos Grimm - de contribuir a la barbarie nazi, y de ser sexistas entre otras cosas.

Yo he estado mucho tiempo con este borrador que es una queja contundente de los cuentos. Queriendo referirme en específico a "La princesa y el guisante".


Saben ese cuento que la chica llega al castillo toda zaparrastrosa por la tormenta, la madre del príncipe quiere comprobar su linaje y le esconde un guisante bajo veinte colchones y veinte edredones. Al día siguiente la princesa dice que no pudo dormir un carajo porque algo le molestaba la espalda. La suegra se alegra de que sea una verdadera princesa y felices todos, ta ta.

Pues a mi siempre ese cuento me cayó muy mal, porque dónde está la gracia de ser una mujer que encima de que le dan posada dice que no pudo dormir por una pilche arveja bajo 20 colchones? O sea, qué felicidad va a tener el príncipe casándose con una chica así de filática?. Paseíto en carruaje sobre camino pedregoso: ni hablar. Dormir en cobachita en la playa: no way. Viaje en bus interprovincial: olvídate!
Qué es lo que nos trataba de enseñar ese cuento?

Y cuando estaba por concluir que ahí está, no es culpa nuestra, que los cuentos nos jodieron durísimo.
Entonces me encuentro con esta perla en mi correo, que me devuelve la fe en los cuentos, me hace agradecer a disney y me recuerda mi amor platónico por Eric y el por qué quería ser una princesita de cuento :)




viernes, mayo 07, 2010

Wone

Hace un par de semanas me preguntaron a quien de mis amigos de UIO extraño más. Me sorprendió darme cuenta que la respuesta es a Marcelo. Hemos continuado con nuestras vidas, estamos bien, quiero creer que cada uno es feliz, pero lo extraño como amigo y me hace falta.

No quiero saber de su novia, no tengo intenciones de dar detalles de mi relación. Pero Chello, fuiste un hombre que marcó mi vida, determinante, importantísimo. Hay un montón de emociones y sentimientos que se me vienen encima que no voy a detallar. No es necesario. Cuando fui eliminada de su facebook y su msn me dolió por apenas un instante hasta darme cuenta que no era el fin de nada, que cada vez que quisiera aún tengo su e-mail, su teléfono, su dirección.

Por supuesto, decidí aceptar la distancia y respetar su espacio e intimidad.
Por qué lo hago público? Porque puedo. Porque quiero. Porque no le debo explicaciones a nadie. Y porque como no quiero invadir tu espacio, invado el mio.
El cariño es eterno. Y la amistad, ojalá algún día. Por ahora, te extraño.

Delirio de crítico

Durante algunas semanas he indagado acerca de mi comportamiento como amiga, tratando de descifrar la causa de algo que me ocurre. Creo que hoy lo descubrí.

El tema es así: tengo este amigo que es muy inteligente, que es buena gente, escribe lindo, cuando nos sentamos a conversar coincidimos en muchas cosas, nuestros diálogos fluyen rápido, y encima me tiene cariño.

Pero yo no puedo leerlo, lo he agregado y borrado de mis feeds, cual novia histérica, repetidamente. Me llego a cuestionar qué sucede conmigo. Estoy segura que él tampoco me lee, pero para mí no leerlo, no es nomás cualquier cosa, estamos hablando de su oficio y profesión, estamos hablando de mi amigo escritor.

Y sus cuentos y novelas son bellísimos, pero sus posts no me dejan pasar de la primera línea sin fruncir el entrecejo y cerrar la página. Pienso que la razón es la siguiente: Tiene un delirio de crítico constante. Lo cual podría no ser tan malo, mi problema está en que, aún cuando él dice que no es cierto, no soporta, no acepta y además se indigna con las críticas que recibe.

Dice que le da igual y se ríe de aquellos que le prestan la suficiente atención como para criticarlo (y eso está muy bien: "que ladren Sancho, es señal que caminamos"), pero se nota que su risa es falsa y que esconde enojo. - lo cual, dicho sea de paso, tampoco es malo, ya que es muy humano, yo misma reacciono mal ante las críticas y me fastidio cuando veo alguien hablando mal de mi, (otra señal de nuestras coincidencias) aunque yo reacciono diferente, pero esa es una cuestión de carácter. -

Constantemente lo leo criticando un libro, una novela, un discurso político, una noticia, una película, dueño absoluto de qué es lo que está bien y lo que está mal, por qué vale la pena leer a tal autor y por qué los jueces de tal premio han cometido un error.

Para seguir en este ritmo de error y justificación, aclaro que si bien me molesta esa facilidad con la que los críticos se creen que tienen el mejor gusto en el mundo y que son dueños de la verdad, entiendo al mismo tiempo cómo se desarrolla. El escritor cuando no está escribiendo, está leyendo, comparando puntos de vista, y es inevitable tender hacia ciertos criterios, siempre sesgados por nuestras propias creencias.

Yo, que escribo poco, que el 90% de mis delirios e intentos quedan en borradores en etapa de reposo para luego ser cruelmente mutilados por mi propio álter ego vestido de editor en perspectiva, también tiendo a editar mentalmente los textos de los otros. Así que de lejos, pero algo entiendo que esta costumbre se convierte en algo incontrolable.

Este post no llega a un punto en concreto, solo me sirve de catarsis, me preocupaba pensar en la contradicción de que me resulte terrible leer los pensamientos de alguien a quien yo considero alguien coherente cuando habla, inteligente cuando opina y brillante cuando escribe. Y la razón está en su propia contradicción. Y eso es todo.

Y por supuesto, la intención es obvia, también me sirve como propia medicina para taparme la boca. Al criticar a un crítico que no acepta las críticas tal como yo no acepto las que me hacen, y creerme esta justificación como mi verdad; al hacer lo mismo que critico, siendo que lo que critico es que otro critique, me doy cuenta de que es muy fácil mirar la paja ajena, y que no estoy libre de ese pecado como para caerle a piedrazos.

jueves, mayo 06, 2010

Féminité

El vivir en el tan llamado siglo XXI cuna de revoluciones y avances, ha hecho que las mujeres de esta generación se sientan llamadas a mantener su independencia, a valerse por mi mismas, a ser parte activa en la economía del hogar, creernos de lo más superadas, y demostrarlo yendo de vez en cuando a un happy hour en ladys night con un par de amigas para hablar mal de ustedes.

Dado el caso, creo que en la actualidad, ya no hay que hacer tanto esfuerzo para asumir ese nuevo rol como hace algunos, mi madre por ejemplo, preferiría tener el dinero suficiente para no trabajar y quedarse todo el día en casa con los quehaceres del hogar, que son 100% mas sacados la madre, mas agotadores y menos reconocidos.

Yo en contraste, disfruto limpiando una vez cada cuanto y me vuelvo loca si pienso en no tener un trabajo, no solo por el dinero, que obviamente es importantísimo para pagar esas copas con las amigas, sino porque la falta de oficina me puede quitar la razón.

Así que como decía, a unas nos viene saliendo cada vez más fácil eso de ser mujeres de esta época, tratando de no pasarnos del límite y no caer en un forzoso feminismo sin razón. Sin dejar de ser la damita que sonríe coqueta de lado y de deja abrir la puerta del auto. Preparar una cena para dos. Elegir una película rosa y engreírse en un sillón.

El haber empezado a trabajar temprano y el vivir sola me hizo darme cuenta que sólo me tengo a mí para lograr mis metas, que yo soy el único y mas importante elemento en forjar mi propio éxito y tener lo que quiero tener. Pero debo aceptar que me alivia el corazón cuando mi hombre me dice que deje que él se haga cargo de algunas responsabilidades, que lo deje en sus manos y que no me cargue yo sola con todo. Me hace liviana la carga y se siente muy lindo esa protección que me transmite, tranquilidad y confianza.

Son esas cosas de género supongo, instintos que no podemos dejar de lado sin importar el tiempo en que vivamos, cuanto hayamos evolucionado y que hayamos aprendido a andar en tacos de aguja de doce centímetros. Hay algunas cosas que no vamos a poder cambiar, como ese día en el mes en que todos nuestros pensamientos son más dramáticos, que los problemas me pesan el doble, que las angustias se hacen intensas y que solo queremos llorar sin saber por qué lloramos.

Las hormonas me alborotan un día al mes, doce días al año. Al mirar hacia atrás me doy cuenta que nunca es tan grave, pero los problemas son de la proporción del que los tiene, si a un niño de 3 años se le cae el helado ¡es el fin del mundo! y no me digas ni le trates de convencer que no lo es.

Lastimosamente no puedo darles el manual de manejo de estas situaciones, si nos ignoran es peor, si nos hablan cada frase encontraremos lo negativo, las críticas resultan inaceptables y la indiferencia es motivo de otro enojo. Supongo que es solo un pequeño costo que aceptar y sólo esperar que llegue el nuevo día y asumamos de nuevo el rol.

martes, mayo 04, 2010

La ventanita de mis calles de arrabal

Quiero a esta ciudad más que muchas personas que aquí viven, tengo un profundo respeto por sus calles y no las ensucio ni con la colilla de mis cigarrillos, admiro cada hoja de sus árboles, me es posible pasar horas en una plaza extasiada con su tráfico, su gente apurada y las luces parpadeantes.

Me gusta la parte residencial de belgrano, lo comercial de cañitas, lo fashion de palermo, y lo normal de mataderos. Hasta encuentro cierto placer en el tráfico de gente que camina cual ovejas a las 7 de la tarde en el transbordo entre el subte E y D.

Quiero a esta ciudad por sus facciones, su acento que desarma, sus fiestas interminables y sus cuatro estaciones. Ha sido, al fin y al cabo cuna de amistades valiosísimas y momentos de cruel aprendizaje. Por supuesto entiendo que al irme, buenos aires no sentirá mi ausencia. Con un nudo en la garganta despediré a dos personas demasiado importantes, y juraré extrañar las pestañas siempre largas y rizadas de los porteños.

Empiezo a despedirme aún cuando no tengo fecha de salida, porque como todo, esta despedida necesita un tiempo de preparación, un tatuaje, muchas fotos, quizá hasta un salto en paracaídas, un par de comidas y una fiesta que va a ser legen 'wait for it' dary!