Nube de Tópicos frecuentes

miércoles, febrero 08, 2012

Happy Birthday little darling

Hoy cumple 18 años, y no es por la mayoría de edad que eso representa, 18 años puede ser mucho o poco dependiendo desde la perspectiva que se lo mire, pero lo cierto es que el cachorro está grande.
Y por cachorro (aunque suene bastante odioso) me refiero a mi hermano menor. Que es mi chiquitito, que es mi adoración, un lobezno pokeñito y otras cursilerías varias. Nicolás es mi compañero.

Una de mis amigas suele decirme que yo "maltrataba" a Nicolás de chiquito, yo no recuerdo así, pero quien sabe, es posible, no me gustan mucho los infantes y si pasaba pegado a mi (siempre ha sido del tipo afectuoso) seguramente lo habré sacado de mi lado.
Como si eso importara.
Nicolás es mi compañero.


Nicolás sabe muchas cosas de mí, sabe cosas que quizá no es adecuado que un hermano menor se entere. Ha estado en momentos importantes en mi vida, los alegres han pasado rápido, pero conservo con mayor emoción las veces que me ha visto llorar y se queda calladito a mi lado, porque seguramente no se le ocurre qué hacer para calmarme, pero permanece ahí, sin apegarse mucho, sin estorbar, sin interferir, pero cerca como para que yo sepa que él está ahí, mucho más de acto que de palabra.

Lo que me sorprende es como en tan pocos años pudo convertirse en una persona independiente, antes yo era la hermana sabe-lo-todo para él, si tenía una duda de economía, política, ciencias, filosofía, literatura él siempre acudía a mí por la respuesta correcta, en los dos últimos años es él quien empieza a superar mis conocimientos y de vez en cuando yo llego con alguna novedad y resulta que para él ya es noticia vieja, sabe antecedentes, historia y datos curiosos sobre lo que yo apenas llevé como titular. Por citar cualquier cosa.

Suena simple, pero no es muy sencillo de darse cuenta en qué momento nos superan, empiezan a ser por si mismos sin ayudas, metiéndose en sus propios problemas y ganando sus propias victorias. Llegará un punto en que no haya manera de influir más en él, y sólo restará pensar que si hicimos un buen trabajo y será un hombre maravilloso, de éxito, genial.

Y ocupo el plural, porque aunque la educación se la debe a mi madre y posiblemente algunos profesores y otro tanto al internet, he sido y soy parcialmente responsable del resultado de Nicolás, soy una de sus influencias más grandes, y me doy perfecta cuenta que pude haber arruinado un poquito algún aspecto, ya veremos, en todo caso, las perspectivas apuntan a que es un pequeño genio y una gran persona.

No ha dejado de ser mimoso, y pasa mucho tiempo conmigo, y me cuenta muchas cosas, demasiadas cosas, cosas que quizá no es saludable que tu hermana mayor sepa, pero ahí estamos, entre abrazos, entre juegos, retadas de vez en cuando, vemos televisión, nos imaginamos un futuro para los dos en París con 50 gatos, y cada uno con un nombre diferente. Nos acompañamos.

El cachorro creció, y un día va a venir a decirme que se enamoró y que sus tardes ya no las pasará conmigo sino con esa persona, sea quien sea será acreedora de mi total odio y celos, y luego pasará y estará bien, y quien sabe, el mundo seguirá girando.

Hoy cumple 18 años, y no sé en qué momento dejó de ser un chiquito que podía cargar entre mis brazos, ahora él me carga a mí, vamos juntos al estadio, gritamos, cantamos, reímos.

Se va haciendo grande y mi papel queda relegado a ser quien lo mima, y lo hago gustosa, porque sé lo afortunada que soy al tener un hermano adolescente que a sus 18 aún prefiere estar conmigo, acostarnos a ver tele, contarnos esas cosas que nadie más sabe de nosotros, me abraza, me cuida y lo único que pide a cambio es que de vez en cuando haya coca cola en casa.

Amo te, cachorro de mi corazón. Sé que llegarás mucho más lejos, que tendrás oportunidades, viajarás el triple y disfrutarás del mundo, no sólo porque tienes toda la capacidad y potencial de llegar lejísimos si te lo propones, sino porque también me tienes a mí para darte aliento y el empujoncito que te falte.

 

No hay comentarios: