Nube de Tópicos frecuentes

lunes, agosto 31, 2009

Grande Bridget!

He estado desde hace algún tiempo, envuelta en charlas imaginarias y borradores de blogger de temas que quisiera tratar pero no he tenido tiempo de abordarlos. Y como ahora me leí las dos novelas de "El diario de Bridget Jones" (altamente recomendado, la segunda no tiene nada que ver con la película) he encontrado que los temas ya están escritos (como todo) y que hasta que a mi me pase la pereza de comunicar lo que creo y armar teorías al respecto. Le dejo a Helen Fielding que lo ha dicho corto y preciso. (tres tópicos para diferentes ocasiones)



1) "El problema de intentar salir con gente cuando te haces un poco mayor es que todo soporta un peso excesivo. Cuando no tienes pareja y pasas o te acercas a la treintena, el leve inconveniente de no tener una relación sentimental -nada de sexo, nadie con quien salir los domingos, volver a casa siempre sola después de una fiesta- queda imbuido por la noción paranoica de que la razón por la que no tienes una relación es tu edad, que ya has disfrutado tu última relación sentimental y la última experiencia sexual del resto de tu vida, y que todo es culpa tuya por ser demasiado arisca o testaruda, y por no haber sentado la cabeza en la flor de la vida.

Olvidas por completo el hecho de que cuando tenías veintidós y no tenías novio, ni conocías a nadie que te gustase, durante veintitrés meses, pensabas simplemente que era una lata. Pasados los treinta, la cuestión crece de forma desproporcionada, de manera que encontrar una relación parece un objetivo deslumbrante, casi insuperable, y, cuando empiezas a salir con alguien, es imposible que se cumplan tus expectativas."

2)"Los ex nunca, jamás en la vida deberían casarse con otra persona, sino que deberían permanecer célibes hasta el fin de sus días, para proporcionarnos una especie de almohadón mental cuando sea necesario."

3) "Cuando alguien te deja, aparte de añorarle, aparte del hecho de que todo el pequeño mundo que habéis creado juntos se desmorona, y de que cada cosa que ves o haces te lo recuerda a él, lo peor es la sensación de que te han probado como si fueras un zapato, y la persona a quien amas ha sumado las partes y al final te ha pegado la etiqueta de RECHAZADA."

pd. Hugh Grant no puede estar maaaas guapo. oh por dios! :D

lunes, agosto 24, 2009

Sin ánimo de moreliar...

Sin duda, somos en el presente, el resultado de las decisiones tomadas en el pasado, cada acción representa una decisión, por qué lado cruzar la calle, la velocidad del paso al que caminamos, quizá exceptuando las cosas que hacemos por rutina, cada acción y su decisión nos han llevado hasta aquí y existe un número infinito de posibilidades de hasta donde pudimos haber llegado.

Pero hay eventos en nuestras vidas que marcan un antes y un después, en dónde uno no puede evitar plantearse si ha tomado las decisiones correctas, y se escudriña en el pasado buscando el punto de inflexión que nos trajo hasta aquí. Yo por ejemplo, miro con temor de arrepentirme cada una de las cosas que he hecho en los últimos dos años, quizá no debí venir a estudiar en primer lugar, quizá no debí abrir un mail el 30 de junio del 2007 y responderlo, quizá no debí liderar un grupo de fans de una emisora radial que me haría conocer una chica que me haría decidir abrir un blog... ¿En dónde empecé a tomar las decisiones incorrectas?

Y no puedo evitar sentir la frustración del error, una parte de mí pretende hacerse la fuerte y decir "ya está" y darle a todo prisa como quien trata de no pensar mucho en el asunto, que dicho sea de paso, no hay nada que hacer al respecto. Otra parte en cambio quiere llorar desconsolada, aunque entienda que nada solucionará con ello, que el mundo no se detiene con nuestra pena.

Pero cómo evitar sentir un poco (o mucho) de culpa, remordimientos y arrepentimientos, cuestionarse si sería lo correcto, si se hubiera podido hacer más, si todo lo logrado no habrá sido en vano, si las perdidas no cubren las ganancias al momento de cuadrar el balance. Sigo esperando el momento en que esté lista para pedir perdón, mientras continúo exculpándome en cada tropiezo. Y disimulando el vacío del fracaso.

Y no es que sea boba, comprendo perfectamente que darle vueltas en mi cabeza no cambia las cosas, así que sigo aquí, esta soy, la que se cayó y levantó, la que hizo daño aún cargada de buenas intenciones, la que tuvo la fuerza, el coraje, valentía o capricho de empezar de cero en lugar desconocido, y hasta que no se hayan agotado todos los recursos y mientras duren fuerzas sigo luchando y haciendo planes, que esto aún no termina apenas está empezando.

martes, agosto 18, 2009

Casamiento

Justo el día que empecé a enamorarme, ella me contó que quería una boda de ensueño. Se iluminaron sus ojos verdes, y el destello reflejaba en las ventanas.

Le serví otro café, mientras iba contando los lunares en sus mejillas y me extraviaba en el contorno de esos labios rojos.

Ella quería una historia de Nancy Meyers, y yo una de Fred J. Lincoln; y la quería a ella y a su risa enorme que asustaba los silencios en cada rincón de mi habitación.

Un vestido blanco y siete pequeñas damiselas que llevaran flores, un jardín extenso y una señorita en rojo.

Yo tomaba te, buscando desenamorarme. Entonces ella pidió un último café y tuve que despedirme para siempre y desensortijar mis dedos de entre sus risos.

La idea original fue tomada de este post del joven Ipab, quien probablemente quiso decir otra cosa en otro estilo.

lunes, agosto 03, 2009

Cuerpo nido

Nunca entendió muy bien el significado del termino kitsch. Recuerda a su profesora de literatura repitiendo enfáticamente: "la negación de la mierda".
La no mierda. La ajena y por sobretodo la propia. Sabe que no lo entiende muy bien pero esta segura que se asemeja mucho al esconder sus pañuelos usados en el cajón de las medias, negando no solamente los mocos sino también al frío que la hace estornudar y el correcto funcionamiento de su sistema respiratorio, todas las funciones biológicas, a si misma y a su cuerpo.

Cuerpo nido. Hoy leyó una nota en donde se jerarquizaba de alguna manera el dolor de perder a un afecto. Que la pena mas grande es perder un hijo, luego la pareja y por último los padres, siendo el primero un dolor que nunca cesa y no se sobrevive.

Piensa entonces en aquel hijo que perdió y si acaso ese ha sido un dolor significativo. Si es que pudiera llamarlo hijo o quizá era solo una célula en limitado crecimiento, recuerda que tuvo un nombre y enseguida lo olvida, por si las siete semanas que habitó en su vientre para luego terminar en una bandeja metálica en el consultorio de un médico, no fueron suficientes. Y si lo llama hijo se llamará también madre, la conversión del no ser a ser a través de un sujeto. El no dolor. Y quiere esconderse con los pañuelos usados en una esquina del cajón.