Yo era una niña rara. De esas introvertidas, aislada.
Existen miles de pretextos, circunstancias y eventos a los cuales podría echarles la culpa. ¿Para qué? es inútil. Bien por la separación de mis padres, por la relación con mi hermano, por a, por b, o porque quizá sea más común de lo que se cree encontrar cuadros de depresión profunda, en edad de jardín de infantes; lo cierto es que me sentía diferente, como si dios hubiera hecho a todos por igual, y por separado a mí, no es que me prefiriese, pero al menos, me tenía aparte. -Quería ser especial-.
La primera vez que quise morir, a mano propia, y pensé en el desencadenamiento de sucesos que podrían darse a raíz de mi muerte, estaba colgada (sujeta) de una reja, un año antes de entrar a primer grado de básica, mirando hacia la calle. Y extrañaba un poco a mi mamá, desde mi supuesta muerte, y elaboraba teorías de suplantación.
Leer a Herman Hesse en la primaria no me ayudó mucho, Demian me alteró por la coincidencia, la identificación. No era un buen momento (¿cuándo es un buen momento?), pero yo tenía tantas cosas ya dándome vueltas que quizá apenas y ayudó a consolidar el panorama.
Cuando me casé, pasé al lado de la luz, dejé todo ello atrás y fue muy bueno. No todo el tiempo, aún tenía que vivir con mis propios demonios, mis reproches, mis vergüenzas, y si bien la memoria es misericordiosa, tuve un par de episodios de desolación. Era ya adulta, y seguía siendo de esas personas aisladas, que pueden sonreír y hacer amigos, pero que no le interesa en absoluto hacerlos y que se le nota en la cara cuando está de mal humor.
En Argentina tuve dos épocas malas, muy malas, dos veces he tenido que acudir al psicoanálisis para sentir que no me desvanezco, para salir. Para hacer frente a otro día sin sentido y sin motivos, para tener la fuerza de abandonar mi cama tras 55 horas de estar en ella sin levantarme nada más que para tomar agua e ir al baño.
Desde aquel episodio de la última vez que lo intenté, todo ha venido mejorando, creo que esa vez fue de las peores, me di cuenta semanas después cuando acomodaba los recuerdos y no sabía para que carajos había ido la policía a mi casa, ni por qué encontré mi otro juego de llaves escondido en un cajón. El proceso de recuperación, me lo salté, porque tenía prisa de correr a equivocarme nuevamente.
Luego vino la soledad, la reflexión, y fue bueno, los últimos seis meses he tenido paz, y algo que se asemeja mucho a la felicidad. No soy más una mujer rara, no me interesa serlo, no me complico con reflexiones ni teorías sociológicas. No me preocupa ser parte de ese grupo de personas, que pretende no ser parte de un grupo, que rechazan todo lo mundano. No armo problema si escucho regueton, jazz o rock, no asumo posturas, no me doy de intelectual, me da exactamente igual ser o no única y especial, sólo leo repetidamente a Bayly y a Dolina, trabajo en una oficina hermosa, son un lindo sueldo, vivo del capitalismo, como caro, bebo con placer, me divierto como un hombre y disfruto como mujer, y está bueno ser sin pretensiones. Vivir sin fanatismos. Preferir ver series de televisión en lugar de ir a tertulias. Engreír y dejarme engreír si se da el caso. Saltar en un abrazo cuando me viene en gana. - Nunca más tengo ganas de ser nada más de lo que soy -.
10 comentarios:
Fuera de broma, quisiera decirte lo bien que me hace leer eso
Tu eres chevere colorada!
Espero que no sólo hayas vivido tus últimos 6 meses con felicidad, sino que también sea así el resto de tu vida. A mí también me gusta vivir como describes en tu último párrafo. En general, creo que soy una persona muy dada a regalarse placeres edonistas y mundanos que, por supuesto, disfruto y exprimo.
Y por cierto, el título de tu post me recuerda a esta canción, que por cierto, es preciosa:
http://www.youtube.com/watch?v=DOQ3R3MNcv8
Ludo: que te puedo decir, :D
Pastv: tú eres chévere (ya no te he visto trasnochar en twitter)
Holden: no puedo abrir youtube en mi laburo, pero la frase del título la saqué de la canción Hero de Regina Spektor. Viste 500 days with summer? todo el soundratck es sencillamente hermoso.
Pues es esa canción la que te he linkado xD
Y sí, la película es fenomenal, me pareció una pasada. Y efectivamente, tengo la banda sonora (descargada, que soy un pirata) y la describiría como alucinante. Me alegro de que tengamos gustos parecidos^^
Qué orgullo sentí al leer este post tuyo!, y a la vez, me acordé cuando me dices que parezco viejita :( jajaja. Si, definitivamente cuando uno solo deja pasar las cosas triviales en lugar de sentir molestia por éstas, ya está por buen camino :)
Un abrazo!
Qué onda, te hago sentir orgullosa?
jajajaja
y, no estés tan segura, mi querida Joy. Uno aprende a vivir con sus propios demonios, pero eso no descarta que lo mantenga siempre en mente. Es siempre una opción.
Yo aún me hago lío con un montón de trivialidades (empezando con el reguetón y el innombrable), pero hasta empiezo a disfrutar esos odios. Y en esta etapa de transición canto más seguido: always look on the bright side of life. Y a todo esto: vos misma eres parte del bright side of my life. Y lo más seguro es que seguiremos cambiando, subiendo y bajando; de momento disfrutemos los pequeños momentos de alegría. Todos los besos.
Y, que sé yo, soy un rayito de sol, viste?
Un relato bastante intenso y valiente de tu parte ponerlo de manera publica. Somos un compendio de nuestras experiencias para ser lo que somos, y extrañamente inverso que el pasar ciclos malos nos llevan a un cambio de actitud. Felicitaciones y ver hacia atras solo para q no se repita.
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