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jueves, enero 06, 2005

Un cuento de hace 2 años

Voy a salir corriendo de aqui, se repetí­a la frase tercamente toda la noche en mi cabeza, hasta que por fin me decidí y huí­ por la ventana, sin importar lo nublado que estaba el cielo y la lluvia que trémulamente empezaba a mojar la calle.

Me sentí­a segura, tenía todo lo que necesitaba en mi mochila, una muda de ropa, mis utiles de aseo, un cuaderno un esfero y suficientes cigarrillos para abastecerme por dos días por lo menos.
En el bolsillo derecho guardé mi teléfono y las llaves (por costumbre) y en el izquierdo las ganas y el valor para sobrevivir ante lo incierto.

Corrí­ por las calles cual si fuera libre por primera vez después de muchos años de encierro, mi nariz goteaga, por el agua que caí­a desde mi cabello en linea recta.

Los puños de mi saco se hallaron pronto empapados de tanto secar mi frente y mi barbilla, ya no supe si estaba limpiandome o mojandome un poco más.

La ropa que se pegaba a mi cuerpo y la incomodidad de fumarme un tabaco que se moja con la llluvia era mi principal problema.

Así que me acerqué al único cafe-bar que aún estaba abierto (aunque era un antro faltal) e intenté encender otro cigarro para fumarlo tranquila y a secas. (pero donde rayos guardé mis fósforos?)
Los encontré en el bolsillo de mi pantalón completamente inservibles por la humedad.
Fue entonces cuando lo ví­ al otro extremo de la puerta, no me impactaron ni sus ojos azules ni su cabello negro (que tambien goteaba por la lluvia) sólo me acerqué por que tenia un cigarrillo prendido en su mano, fui hacia él casi sin mirarlo dispuesta a decirle que me me lo prestara.

- hola... - no respondió mi saludo-
- hola! - repetí (que fastidio cuando me ignoran como si la lluvia me hubiese vuelto transparente o la noche fuera tan oscura como para ocultarme) - me prestas tu tabaco para encender el mio?
De su bolsillo sacó una fosforera y la encendió

- gracias - murmuré mientras me acercaba decidida a hacer lo que quería y luego irme (por qué seré tan inútil al momento de encender esta cuestión?)
- Gracias - dije en voz mas alta, una vez cumplido mi objetivo.
- Te estan cuerneando? - dijo al ver la punta de mi cigarro
Una mueca que pretendia ser sonrisa se dibujé en mi rostro.

- fue broma - dijo bajito y calló

Dí un paso hacia atrás y dándole la espalda (aún sin alejarme mucho) levanté la vista hacia el foco delposte mas cercano, para saber si la lluvia me permitirí­a seguir mi camino.

- Qué haces en la calle a esta hora?
El sonido de su voz me llegó muy lejano a pesar que estaba a menos de medio metro mio, volteé y lo ví­, y recién en ese instante me fijé en sus ojos
- lo mismo que tu, supongo.

- y entonces, me explicas que hacemos tu y yo en la calle a esta hora?

- tu no lo sabes? - pregunte esquiva, y me miro con la misma interrogante reflejada en sus pupilas
- Pues según yo, fumamos mientras la lluvia cesa.

- Si, eso hacemos...- dijo aceptando mi respuesta- y a donde iras despues?, si me lo puedes decir, claro.
- no lo sé, y tú?
- tengo planeado caminar a tu lado sin importar si el aguacero empeora, a donde iremos?
- tienes una moneda? -

No sé si se sorprendió más por mi extraña petición o porque era una pésima respuesta a su pregunta y proposición.

- si, aquí­ está, para qué la quieres?
- para saber si iremos al norte o al sur, (cara=izquierda, cruz= derecha)
Rió con gracia y yo sonreí­ con la coqueteria de mis 20 años
- y bien, que dice el azar?
- que vamos a la derecha - y le devolví­ la moneda, sintiendo mis dedos morados y las yemas arrugadas por el frio - pero antes respondeme algo... ¿por qué estás aquí?

Sin pensarlo mucho me respondió
- Una frase se repetia en mi cabeza desde hace dias y hoy decidí­ hacerle caso.
- Cuál frase?
- "Voy a Salir corriendo de aquí".

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