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martes, marzo 07, 2006

Cura y enfermedad

Para cada enfermedad, hay un tipo de medicina.
Habemos gente hipocondríaca, puede resultar difícil atacar este mal.
Yo he tratado de todo.
Lo tradicional, la típica medicina occidental, las pastillas, los jarabes, las vitaminas, el complejo B; también me dediqué un tiempo a los te de hierbas, manzanilla, cedrón, etc.
Mi madre siempre aplicó la medicina del "ya te ha de pasar" y en el peor de los casos un vaso de leche tibia. (de aquí debe salir mi odio la leche tibia con azúcar)

He probado también con el brujo neurólogo, ese que te pincha el pupo y las orejas y te dice que tomes zumo de papa, está por demás decir lo horrible que fue.

Ahora estoy con esto del reiky, esto, según la experta logrará que mi energía se armonice, la verdad no siento cambio alguno, salvo que estoy mas sensible, que mi paciencia desapareció y tengo hartisimas ganas de pelear todo el tiempo. Aun falta terminar, son cuatro sesiones, guardo la esperanza de que si bien la "limpia" no mejore mi suerte, por lo menos pueda sentir la mencionada armonía.

Creo que lo que me falta por tratar es un hipnotizador. Conocí uno hace 5 años, pero yo le caía mal, entonces bien difícil que ahora quiera "hacerme el favorcito"

Señor hipnotizador, tenga usted la bondad de borrar de mi mente todas las confusiones acaecidas en los últimos 4 o 5 meses. Haga que yo recapacite de las malas decisiones que he tomado últimamente; dígale a mi inconsciente que se deje de soñar con imposibles.
Señor hipnotizador, que al tronar de sus dedos yo despierte y reaccione, que deje a un lado mis fábulas de felicidad e insatisfacción.

Hable entre susurros y pronto quedaré dormida, luego usted puede charlar con mi conciencia y convencerle de que lo tengo todo, que puedo ser muy feliz si me lo propongo, que ya está bueno de la crisis de los 21, que es suficiente, que al abrir los ojos voy a volver a sentir deseo, emoción y me olvidaré de cualquier otro efecto que pudiera perturbarme.

No me vaya a cobrar tanto como lo haría el psicólogo que me han recomendado, no sería justo, le dejo la tarea de jugar con mi mente, tenga la amabilidad de no mover nada más que lo que le pido, cualquier cosa o recuerdo que usted pudiera encontrar, por inútil que parezca, tiene una razón de estar.

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