Entre dos

Realmente sí lo es, hablar con el novio o actual pareja sobre las anteriores es genial, comentar experiencias, recordar situaciones, recrear momentos (sean éstos positivos o negativos) siempre es algo muy interesante...
Es muy divertido (bueno eso depende del grado de confianza e incluso de la actitud de ambas personas) imaginarse a la otra persona en plan de conquista cuando por primera vez llevó flores o compró chocolates para la pretendida.

Risa tras risa van saliendo las verdades y nada es nada que a los 15 años, la vida es más simple!!!. Si la quinceañera no te para bola, tienes otras 14 damas para elegir y si el vecino tampoco, siempre queda el hermano mayor de una de tus compañeras para coquetear y salir... (el primo no, porque se reserva en caso de que te pelees con el primero)

Había olvidado que en el cumpleaños de mi pelado número 4 compré un cd de Tranzas como obsequio :S . Si hasta vergüenza ajena me da ahora!!!
Y nada que decir de la canción "te quiero" de los Hombres G, acompañada de tu nombre en la voz de un locutor de radio... tenaz!!!

Del otro lado, en cambio, la típica historia de: "me tocó agarrar a la amiga por el pana" y luego la dificultad para sacártela de encima y hacerle entender que no son 4 los que van al cine el próximo fin de semana.

Luego la historia densa de la primera vez que te enamoraste y la dificultad para salir de eso... y tan simpático porque resulta que la ex novia y tu novia actual, se conocieron en la universidad y juntas terminaban con la reputación de aquel "mal hombre" que la hizo sufrir... ella lloraba desconsolada por un pelado que con el que terminó muy feo y ocho meses más tarde me di cuenta que aquella mujer, me había hablado del mismo tipo con el que yo comenzaba a salir y que me despertaba algo mucho más fuerte que la atracción física.

Y qué decir del típico susto de "vas a ser papá", y del loco celoso que le cayó a golpes a algún muchacho que te miró en una fiesta...

Por el contrario, este fin de semana recordé que hace como 5 años conocí a la esposa (muy guapa y agradable por cierto) de otro de mis ex y a su hermosa hija que se llama exactamente como yo, por gusto del padre...

Él habló de aquella chica que se llevó su virginidad y la de sus otros tres amigos más, y de aquella mujer de 25 que durante sus 17 funcionó mejor que una tarjeta de débito bancario.

En fin, así la noche y madrugada pasaron rápido en la silla de un parque, al pie de la catedral, tomando cerveza fría en el viento helado que corre por las faldas del Cotacachi...