Nube de Tópicos frecuentes

jueves, agosto 31, 2006

Miedos y oportunidades

Supongo que el más humano de los miedos es el temor al cambio, el mismo que nos obliga a aferrarnos a lo que tenemos, que entre cosas buenas y no tan buenas creemos que no puede ser tan malo porque de una u otra forma ya nos hemos acostumbrado y nos mantenemos en lo mismo, por comodidad, por recelo de lo que pueda pasar si nos arriesgamos.

Y ser cómodo a la final no es un pecado tan grave, no tanto como la pereza, mi pecado capital favorito (hasta cuando me imagino como la víctima del asesino de Seven, ese que estaba clavado en su cama rodeado de fotografías, sucio en sus propios orines.)
A veces vencemos el miedo, quizá por aburrimiento, o porque queremos creer que algo bueno nos puede pasar si nos atrevemos a dar el siguiente paso.

Nos alegramos cuando los otros, alguien cercano, triunfa entre sus temores y se aventura a hacer algo que no muchos se atreverían. Como aquella que dejó su casa, su trabajo y los panas de toda la vida para viajar a Italia, o ese primo mío que dejó la empresa propia, la novia, la casa gigante, los cuidados maternos y se aventuró de marine, pasó por el Fbi, y ahora quien sabe qué hace por Irak. Nos hacen sentir orgullosos.

Y claro supongo que aún ahora él siente miedo, yo lo sentí cuando me contó que se despertó a media noche por el ruido de una explosión y solo atinó a ponerse su chaleco antibalas y a seguir durmiendo. Miedo de no saber qué pasará mañana, aunque él no pierde oportunidad de levantarse en la madrugada y contar en un mail que el cielo está rojo, en sentido real mucho más que figurado.

Cada quien elige como hacer su vida, Natascha Kampusch vencerá su miedo a salir al mundo exterior, a las pesadillas, a los malos recuerdos y elegirá la manera en que quiere continuar con su vida, pasó 8 años encerrada, pero aun tiene unas cuantas décadas por delante. Si no se deja ganar por los traumas por supuesto. Mi primo eligió ser alguien fuera de aquí, aunque ahora derroche nostalgia en esos mails amanecidos, es el precio.

Cada uno está en posición de escoger que hacer con su existencia, cambiar o quedarse en una situación que no nos llena por completo, sea por costumbre o comodidad.
Hay algunas cosas que temo cambiar de mi vida, que es tranquila y pacifica, pero me he arriesgado a dejar algo que durante 4 años me ha mantenido cómoda aunque algo aburrida. Pedí que me cambien de departamento en mi oficina, ya no tendré en promedio 3 horas diarias para vaguear y limarme las uñas, no sé si vaya a tener Internet ilimitado como aquí, no tendré mi oficina gigante y con puerta para mi solita, donde puedo fumar o hacer lo que quiera, pero aprenderé algo distinto que espero me sirva a largo plazo.

Normalmente los primeros 10 días del mes estoy a full, los siguientes 10 me dedico a llamar a clientes morosos... pongo una voz de pendeja única, con eso que dicen que hay que tratar al cliente como ser humano y no crearle rencores contra el departamento de cobranzas entonces estoy todo el día escuchando sus penas, dándoles el pésame, deseándoles una tarde soleada y demás. No me reconozco, a ratos hasta alargo un poco las a's del final de las palabras y pongo diminutivos como cuotita y les trato de "mi señora", "mi señor". Y los últimos 10 días recorro los blogs, dejo comentarios por todo lado, aprendo francés online, cuento las horas para salir de la oficina, y de rato en rato explico a la gente de las regionales qué es mouse, qué es hacer clic y qué significa ctrl-c, ctrl-v (no, no esa b, sino la v chiquita).

Ahora voy a dejar todo esto que si bien no me tiene satisfecha, me permite ganar bastante bien, sin mucho estrés. Y es que el punto de todo esto trata justamente de aprovechar las oportunidades. A ver que pasa.

Últimamente he visto en las estadísticas del blog un ip repetido que entra desde Irak, quiero pensar que eres tú.

No hay comentarios: