Si cambiaras tu nick, cual sería y porq?

Para mí, con el tiempo, Princess dejó de ser la abreviatura de Princesa de las Tinieblas, y ambos dejaron de ser un nick.
La Princess es mi alter ego, esa parte de mi que escribe y se muestra al resto tal como ustedes me conocen.

Y es que, por más que llegáramos a trabar una especie de amistad entre algunos de nosotros, no creo que la que conocen sea So, la mujer detrás de mi personaje.

Princess, como bloguera es la parte más divertida de mi misma, aquella que disfruta escribiendo sandeces donde El Guambra, Phantom, Nando o donde Ricardo; ella siempre sonríe, tiene un alto nivel de tolerancia, no le gusta pelear, jamás se ha comportado grosera ni cabreada con el resto. No dice malas palabras, fuma y bebe como desentendida.

Pero yo no soy así todo el tiempo, aunque a veces quisiera serlo, tranquila, relajada, contenta, y con esa sondrisa que pone en las fotos, q sabe q la hace ver más guapa.

Hoy estaba preguntándome, cual sería mi nick si decidiera cambiarlo. Tengo dos opciones.


Asuka Langley Sohryu:

Primero por el parecido físico, el cabello, el cerquillo, además del parecido en cuanto a genio, Asuka es una mujer hormonal, como suelo serlo yo.
Por otra parte en el final alternativo de Evangelion, Asuka es mi héroe. (nah, que intencionalmente no he puesto heroína)

Asuka deja a un lado todo su trauma de infancia, la carestía de padres, la soledad, el haberse obligado a ser tan fuerte; se repone y sale de su depresión y cobardía para luchar contra aquellos 7 u 8 ángeles. Les saca la madre, pese que sabe q va a morir y que su energía cada segundo se acaba.

Es posible que en otra realidad Asuka hubiese sido distinta, pero su pasado, todo lo duro que le tocó vivir, es lo que la hace tan intensa.

La maga:
Hubiese querido tomarme una foto con mi facha de maga, pero últimamente hay muchas fotos de mi circulando en el internet, y como que no tendría sentido de exclusividad.

La maga vive en Londres, y viste siempre de negro, una falda larga que esconde, a medias, sus esbeltas piernas, y un saco en cuyos puños hay señas del tiempo que sus pulgares han hurgado entre los tejidos. Es definitivamente hermosa, su lacia cabellera llega casi a su cintura, su tez blanca, sus manos delicadas, sus finos dedos y un delgado cuerpo.

La Maga vive sola, despreocupada. No le interesa echar raíces es por eso que no permanece en un trabajo más de tres meses; bibliotecas, cafeterías, lugares que no la obligan a ser responsable, que no la atan.

La maga no se aferra a lo material, no sueña con casa propia, no espera tener más familia que ella misma, ni siquiera una mascota.

Ella sufre de mal de amores, cae constantemente con hombres que no valen la pena -como Oliverio- los llora con la plena convicción que eso es parte de disfrutar la vida. Se enamora y le cuesta desenamorarse. Tiene miedo, sin saberlo, de encontrar el hombre perfecto, si se cruza en su camino, terminaría casándose estando tan joven, la maga huye de todo aquello que pudiera privarle de su libertad.

Acepta su condición de enamoradiza y se deja llevar embelesada por unos ojos azules, ama intensamente en cada aventura, y terminada la dicha, cuando el juego acaba, no le importa en salir a plena noche a la calle, pese al frío invierno o la lluvia, disfruta de caminar a solas por oscuros pasajes, y hacer un esfuerzo porque su cigarrillo no se apague.